Filosofía de trabajo

El entrenamiento deportivo es un proceso complejo que requiere integrar una gran variedad de condicionantes. No se trata de una ciencia exacta y exige adaptarse a muchas situaciones diferentes en todo momento. Es por ello, que yo siempre destaco sobre todas las cosas la necesidad de que sea un proceso bidireccional, un trabajo en equipo entre entrenador y deportista (y otros profesionales si es el caso) basado en la confianza mutua.

Estos son los pilares principales que rigen mi trabajo como entrenador:

CONOCIMIENTO

Es fundamental comprender el funcionamiento de nuestro cuerpo y las bases fisiológicas que lo rigen. Esto permitirá poder sacar el máximo provecho a través de los estímulos de entrenamiento más adecuados para cada deportista.

EXPERIENCIA

Para conocer la realidad del deporte desde dentro y sus requerimientos desde un punto de vista práctico.

COMPETENCIA

La capacidad de saber aplicar todo este conocimiento teórico y experiencial con el fin de mejorar el rendimiento.

COMUNICACIÓN

Para adaptar el proceso de entrenamiento a las individualidades de la persona y su día a día. Feedback entrenador-atleta como pilar fundamental.

MOTIVACIÓN

Focalizada principalmente en el proceso y no en el resultado. Que el resultado no sea la meta en sí, sino la consecuencia de disfrutar cada día en los entrenamientos.

EFICACIA

No olvidemos que la finalidad del entrenamiento sistemático es conseguir los objetivos marcados previamente.

EFICIENCIA

Alcanzar estos objetivos optimizando todos los recursos disponibles, tanto materiales como temporales.

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